6/4/16

HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y OBESIDAD [6-4-16]


HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y OBESIDAD

Existen abundantes pruebas clínicas y epidemiológicas de la asociación entre T.A. Y peso corporal (P.C.). No todos los hipertensos son obesos y tampoco todos los obesos son hipertensos, sin embargo, la relación entre obesidad e HTA ha sido bien documentada en la mayoría de grupos raciales, étnicos y socioeconómicos.

En el estudio Framingham Heart Study sugieren que, aproximadamente, el 78% de los casos de HTA en varones y el 65% de los casos en mujeres se pueden atribuir directamente a la obesidad.

- La influencia de la obesidad en los niveles de T.A. Comienza en una etapa temprana de la vida. Aunque la relación entre obesidad e HTA existe a lo largo de todo el ciclo vital, es más estrecha en los adultos jóvenes con edades comprendidas entre 20-50 años y disminuye con la edad. Es decir, que en los sujetos de mayor edad, la obesidad sólo amplifica la relación edad – T.A.

- El tipo de obesidad también es un determinante importante en la prevalencia de HTA.
Los sujetos con obesidad central presentan mayor riesgo de HTA, y de tener otros factores de riesgo cardio-vascular (diabetes, colesterol alto).
El parámetro utilizado para medir la obesidad central es la circunferencia de la cintura.
Si la circunferencia de la cintura es > de 102 en los varones y > de 90 en las mujeres; se asocia a un incremento 2 a 3 veces del riesgo de HTA.

- El aumento de peso a largo plazo, aumenta espectacularmente el riesgo de HTA y la pérdida de peso se asocia a un riesgo significativamente inferior.

- La Hipertensión inducida por la obesidad tienen algunas características diferenciales de las observadas en pacientes hipertensos delgados.
En los obesos hay un volumen alto de plasma circulante y sangre entera y, sin embargo, la resistencia vascular (calibre arterial) es inapropiadamente normal.
Los obesos tienen más posibilidades de desarrollar una hipertrofia (gran desarrollo) del ventrículo izquierdo que los no obesos.

- El objetivo del tratamiento antihipertensivo es reducir la morbimortalidad asociado a la hipertensión.

El fracaso terapéutico en los hipertensos se debe en gran medida a la obesidad. Los pacientes obesos e hipertensos, necesitan una mayor cantidad de fármacos que los pacientes hipertensos delgados de la misma edad y sexo.

La restricción moderada de la ingesta calórica y de la sal constituye el tratamiento más efectivo y seguro para la HTA del obeso.

El efecto antihipertensivo de la dieta se potencia con un incremento del ejercicio físico, pues éste también ayuda a controlar la tensión, aunque no se pierde peso.

La pérdida de peso, además de disminuir la tensión arterial, permite mejorar notablemente la función cardiaca.

El gran reto no sólo es lograr la pérdida de peso, sino el conseguir mantenerlo para poder mantener así mismo la T.A. En valores normales.

(*)Marta Aguirre es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid, Máster en Nutrición e Higiene Alimentaria por la Universidad de Burdeos y doctora en Medicina en la Universidad del País Vasco.
 

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