2/8/15

El ruido del tráfico se asocia a una mayor obesidad abdominal *


El ruido del tráfico se asocia a una mayor obesidad abdominal

Los especialistas advierten que el ruido, al actuar como un estresor, aumenta los niveles de cortisol en las personas, lo que produce este aumento de peso de gran riesgo para la salud

 Los investigadores del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska, de Suecia, realizaron un estudio en que se detectó una relación entre mayores niveles de ruido del tráfico vehicular -por sobre los 45 decibeles- y una mayor obesidad abdominal en las personas expuestas a él.

El trabajo consistió en evaluar a 5.075 personas que viven en cinco áreas rurales y suburbanas alrededor de la capital sueca, Estocolmo, expuestas a ruidos de distintos tipos de transporte desde 1999. En la ocasión se vio que los afectados por una combinación de ruido vehicular, de aviones y trenes son los que presentan el mayor riesgo de acumular la llamada "grasa visceral", considerada la más peligrosa para la salud. Además, la asociación se da con más fuerza entre los menores de 60 años.

Durante el seguimiento, se les pidió completar un detallado cuestionario sobre estilo de vida, nivel de estrés psicológico, insomnio y tensión laboral. Asimismo, se les tomó la presión arterial, se les hizo un test para detectar diabetes y se les midió la obesidad abdominal.

Los resultados

Del total, el 54% estuvo expuesto solo a ruido de tráfico vehicular, el 15% a dos tipos de tráfico y el 2% a los tres tipos. Alrededor del 30% estuvo expuesto a ruidos bajo los 45 decibeles (dB), que no es considerado dañino.

El mayor riesgo de acumular grasa visceral aumenta de 25% en quienes están expuestos a una sola fuente de estos ruidos a casi 50% en quienes están afectados por los tres tipos de ruido. Los resultados se publicaron en línea en Occupational & Environmental Medicine.

Los autores del trabajo explican esta asociación diciendo que el "ruido puede ser un importante estresor que aumenta la producción de cortisol, hormona que favorece el depósito de grasa abdominal por sobre la obesidad general". Esto explicaría que las personas pueden tener un índice de masa corporal normal, al mismo tiempo que presentan obesidad visceral, con un perímetro de cintura aumentado.

"Se trata de una asociación que a primera vista parece extravagante", dice el doctor Christian Vuskovic, director técnico de Calidad de Vida de la Mutual de Seguridad.

"Pero el ruido es un gran estresor en las sociedades actuales que, como la nuestra, vive en ciudades hacinadas, con sistemas de transporte que producen ruido por sobre los 50 o 60 decibeles", agrega el especialista.

Un estudio realizado por la Universidad Católica en 2011 sobre niveles de ruido en Santiago estableció que la esquina de Pedro de Valdivia con Nueva Providencia registra la mayor contaminación acústica, por sobre los 87 dB. Le siguen la esquina de Augusto Leguía y Apoquindo (82 dB), plaza Italia (80,5 dB) y Alameda con General Velásquez (79 dB).

Según explica el doctor Vuskovic, estas fuentes de estrés se mantienen en el tiempo, por lo que se libera la hormona cortisol, que ayuda a esta acumulación de grasa abdominal, al desarrollo del síndrome metabólico y de resistencia a la insulina.

El estudio sueco se suma a una serie de evidencia que ha sido destacada por la Organización Mundial de la Salud, que demuestra una fuerte asociación entre contaminación acústica por tráfico en las ciudades y un mayor riesgo de diabetes, hipertensión arterial, así como infarto cardíaco y cerebral.

Los investigadores proponen investigar otros problemas de salud que podrían estar asociados a niveles dañinos de ruido.
 

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